El presidente de Local 665, Tuia'ana Scanlan, habla de la importancia de la representación dentro y fuera de la pantalla

En la tranquila ciudad de Orange, California, Tuia'ana Scanlan era una creativa estudiante universitaria que se especializaba en teatro en la Universidad de Chapman. A medida que se acercaba su último año de carrera, Scanlan dice que empezó a reflexionar sobre su puesto de trabajo después de la universidad.

Cuando aún estaba en la universidad, Scanlan trabajaba en la tienda de teatro del campus y dice que su amigo Craig Brown, miembro de la facultad y mentor, le preguntó si había pensado alguna vez en considerar una carrera como tramoyista.

"Nunca me lo había planteado, pero me explicó que había buen dinero y una carrera prometedora en ser tramoyista, así que lo investigué".

"Afortunadamente, los profesores Brian Fujii, Craig y una mujer llamada Bonnie Walker me mostraron el valor y la viabilidad de una carrera como tramoyista. Me hicieron saber que no se trata sólo de lo que sale al escenario, sino que para salir a escena hay una serie de personas que trabajan entre bastidores", añadió. "Esto despertó mi interés. Todas las cosas, como por ejemplo cómo se cuelga el sonido, cómo se manejan las luces, cómo se construye un decorado o incluso cómo se diseña un decorado, todas estas cosas entraron en mi carrera".

Scanlan cree que es crucial y casi primordial que las universidades que ofrecen carreras de teatro y artes creativas eduquen a sus estudiantes sobre qué y quién es el IATSE.

"Trabajando como estudiante universitario en ese momento ganando $20 la hora como Up Rigger en un taller no sindicalizado, no tenía ningún concepto de salud y bienestar, anualidad, beneficios o condiciones de trabajo", dice. "Pero hombre, si supiera entonces lo que sé ahora sobre IATSE, no puedo imaginar dónde estaría hoy".

En 2004, Scanlan trabajaba en un taller no sindicalizado de San Diego realizando trabajos de montaje de altura. Sin embargo, no pasaría mucho tiempo antes de que Scanlan recibiera la llamada de teléfono que impulsó su vida como tramoyista y su carrera en la International Alliance of Theatrical Stage Employees.

"Algunos de los que ahora son miembros de la Local 665 me llamaron cuando todavía estaba en San Diego y me dijeron que se necesitaban aparejadores en Hawái y me preguntaron si estaría interesado en volver", dice. "Esta era una carrera valiosa que podía mantenerme viviendo en Hawai, dije que claro y me uní oficialmente a IATSE en 2007".
Elegido en diciembre de 2019, hoy Scanlan es el presidente del Local 665 y un orgulloso miembro del Comité de Diversidad, Equidad e Inclusión de IATSE. Dice que ser polinesio y venir de una cultura musical es lo que despertó su pasión de toda la vida por las artes. El tramoyista dice que el teatro y Shakespeare le salvaron la vida.

Scanlan admite que aunque está orgulloso de formar parte de la IATSE, hasta donde él sabe nunca ha visto a ninguna de sus hermanas, hermanos o 'ohana polinesios en el Boletín Oficial de la IATSE o en las redes sociales, y le encantaría ver una representación más diversa en toda la IATSE.

"La representación es importante. Y no cualquier voz, sino tener voces positivas de todas las caras de la IA es valioso y no se puede exagerar", dice. "Desconocía por completo la existencia de tramoyistas profesionales en Hawai antes de unirme a la AI. Cuando ves a alguien con quien te identificas, te aporta camaradería y te sube la moral. Si mi pequeño papel de representación puede inspirar a alguien que se parece a mí, creo que es una causa digna".

Scanlan dice que después de que el Comité de Diversidad, Equidad e Inclusión de IATSE celebrara su primera reunión en septiembre de 2020, recuerda que se le puso la piel de gallina y recuerda que ese momento se sintió como un soplo de aire fresco.

"Sentí que ya no era sólo una cara entre la multitud, sino que por fin me veían", añadió. "Como tramitadores, operamos en la sombra, pero este momento se sintió como si los actores y los protagonistas pidieran a los tramitadores que salieran y se unieran para una última reverencia".

Afirma que el primer paso para lograr un cambio medible y una cultura antirracista es reconocer la variedad de luchas e historias individuales de todos los miembros de IATSE.

"Debemos vernos y mostrar empatía entre nosotros", dice. "Cantamos juntos muchas partes diferentes, pero la canción puede ser hermosa, cuando hay más de una nota".